Aberri Eguna 2005 Eaj Pnv
ABERRI EGUNA 2005
AURRERA BIDEAN, ERABAKITZEKO GARAIA
Tiempo de reencuentro.
"El nacionalismo es una doctrina política creada por los movimientos democráticos del siglo XIX. Se funda en la declaración de los derechos de la persona humana, ya sea individual o colectiva, persona y pueblo. Más que derechos históricos o tradicionales, enuncia libertades abstractas. ........ Une el pasado al presente, contemplando la patria en su integridad humana específica. En la formación del sentimiento nacional intervienen motivos de diversa índole pero su realidad y, sobre todo, su vitalidad están en proporción a la plenitud y claridad de conciencia que la nación tiene de sí misma....... Conciencia de sí misma y la voluntad de vida en común constituyen los aspectos fundamentales del sentimiento nacional y del nacionalismo, porque en caso contrario, los pueblos no pueden, no deben vivir juntos".
Son reflexiones de Don Manuel de Irujo en el artículo "El bronce y el oro de los vascos" publicado en 1955, en Alderdi. Su profunda convicción de que la soberanía reside en las personas, tanto en lo individual como en lo colectivo, es también la nuestra, la de los hombres y mujeres que militamos en el Partido Nacionalista Vasco. Porque enlaza con una reflexión profundamente arraigada y vivida en el nacionalismo vasco: los derechos son solidarios, por lo que no se pueden defender unos y olvidar otros. Don Manuel de Irujo y todos los pioneros del nacionalismo vasco, defienden con ahínco que el fundamento de todo derecho lo constituyen, en primer lugar, las personas, sin las cuales no son posibles las instituciones o la patria. El nacionalismo vasco se basa en el derecho de la persona, tanto en su aspecto individual como colectivo, desde la concepción del sujeto colectivo como suma y compendio de derechos individuales, como expresión de voluntad democrática compartida por una sociedad. Por la sociedad vasca en el caso del nacionalismo que nosotros profesamos.
Hoy, Aberri Eguna, día de la patria vasca, día de reencuentro entre historia y futuro, queremos subrayar dos hitos que han ido tomando cuerpo en este año 2005 y que, sin duda alguna, marcarán un avance significativo en el respeto a los derechos de las personas, tanto en su vertiente individual como colectiva: la igualdad entre hombres y mujeres y el Nuevo Estatuto Político. El primero – la Ley Vasca para la igualdad de hombres y mujeres- nos va a permitir reducir la discriminación quizás más profunda con la que conviven las sociedades modernas, la vasca incluida. Para que adquiera todo su significado nuestro compromiso de que definitivamente, sea la persona el sujeto, el centro de nuestra acción política, independientemente de que esa persona sea mujer u hombre.
El segundo gran hito es el Nuevo Estatuto Político aprobado por mayoría absoluta en el Parlamento Vasco el 30 de diciembre de 2004. Expresión de nuestra voluntad de respeto y reconocimiento a la libre y democrática decisión de la sociedad vasca, de la afirmación de la pluralidad política como valor a preservar y de nuestro compromiso con el diálogo y el pacto para alcanzar la convivencia, es la herramienta para avanzar en el autogobierno que es instrumento de bienestar para toda la ciudadanía vasca y de solidaridad con los demás pueblos. Decidir, negociar y avanzar en el autogobierno, con el respaldo democrático de la ciudadanía, es nuestro objetivo en esta hora de encrucijada política. Tenemos la convicción, el compromiso, el liderazgo y el apoyo decidido de nuestra militancia y de todas las personas que creen en este proyecto político de futuro.
La igualdad de hombres y mujeres y la culminación del Nuevo Estatuto son dos de las tareas fundamentales a abordar. Tenemos la fuerza, la serenidad y la tenacidad que nos han transmitido, generación tras generación, las mujeres y los hombres que nos han precedido, legándonos lo mejor de si mismos, de su esfuerzo, de su sufrimiento y de sus ilusiones. Y hoy Aberri Eguna de 2005, año en el que celebramos el centenario del nacimiento de uno de los mártires de aquella esforzada y ejemplar generación de los años 30, Estepan Urkiaga, Lauaxeta, queremos rendir un sentido homenaje a aquellos hombres y mujeres que llevaron a cabo la ingente tarea de la construcción nacional y social de Euskadi. Ellas y ellos trabajaron sin desmayo, incluso en los momentos mas difíciles, y lo hicieron en un entorno incompetente y mediocre que despreciaba lo que era incapaz de comprender que no era otra cosa que razón democrática, nacionalismo cívico y amor a Euskadi, su patria.
El Primer Estatuto Vasco culminado.
(1 de octubre de 1936)
El Estatuto de Autonomía de 1936 constituyó el final de etapa de un largo y tortuoso camino en pos del autogobierno vasco. Fueron años de ardua tarea para alumbrar un Estatuto que, una vez aprobado, gozaría de muy pocos meses de vida. Utilizando las palabras de uno de sus mas ardientes defensores, "el neonato Estatuto –aprobado en Cortes Generales en plena guerra- nunca conoció la paz". Pero aun en circunstancias tan difíciles como aquellas, el Gobierno Vasco, con el lehendakari Agirre a la cabeza, tuvo coraje y visión política suficientes para poner en marcha instituciones tan justamente añoradas por el nacionalismo vasco como la Universidad Vasca- Euzko Unibertsitatea.
La pérdida de los fueros es el punto de arranque de la lucha de Euskadi por su soberanía. Los primeros pasos se dan en Nafarroa a la que le siguen Bizkaia, Gipuzkoa y Araba. Sin dejar de citar a Errioxa y Nafarroa-Beherea que se unieran también a la ilusionante tarea. La época de mayor efervescencia social, en esa primera fase, se sitúa en torno a los años 1917 y 1918. Son los años de la creación de Eusko Ikaskuntza-Sociedad de Estudios Vascos y de Euskaltzaindia- Academia de la Lengua Vasca.
Son también los años de la Primera Guerra Mundial. Años de movimientos políticos de gran calado en no pocas naciones y pueblos de Europa. Los nacionalistas vascos, conscientes de la importancia de las alianzas con otros pueblos europeos en vías de emancipación, se fueron ocupando de aquella incipiente realidad en el corazón de Europa y estableciendo relaciones políticas con representantes políticos de las nuevas realidades nacionales.
Desgraciadamente, la dictadura de Primo de Rivera puso fin a todas las ilusiones, a toda la tarea democrática de construcción –de reconstrucción- de nuestra nación vasca. Durante el régimen dictatorial de Primo de Rivera hasta el advenimiento de la II República en 1931, el Partido Nacionalista Vasco fue reducido al silencio, confiscadas sus sedes y encarcelados su dirigentes, hombres y mujeres. Pero las dictaduras nunca llegan a aniquilar los sentimientos y las convicciones políticas democráticas, que siempre hallan el modo de sobrevivirlas. Así sucedió en el primer tercio del siglo XX: la II. República supuso el renacimiento de la lucha por la recuperación de la soberanía vasca y la exigencia de un marco jurídico-político de relación con el Estado español. Empezaba una nueva batalla del nacionalismo a favor del Estatuto Vasco.
Indalecio Prieto, en una declaración pública realizada en Bilbao el día 2 de mayo de 1931, trasladaba a los nacionalistas el siguiente mensaje del Presidente de España: "Los vascos no deben olvidar que el Estatuto que ha de regir la vida del país, recogiendo sus ideas democráticas, ha de ser una obra que salga de las Cortes Constituyentes, formadas por la voluntad de España. Hay que hacer que ese Estatuto no sea privilegio, sino una norma de conducta a seguir emanada de todas las regiones peninsulares y de la libertad en que ha de vivir toda España".
Pero es evidente que, ya en 1931, los dirigentes del gobierno español y del Partido Socialista no estaban dispuestos a participar en el proceso autonómico de Cataluña, Euskadi y Galicia.
La prensa de la época se alineó a favor o en contra del Estatuto, en función de la ideología de su línea editorial. Importaba menos conocer el contenido. Y las autoridades del Estado tomaron partido, sin ningún rubor. Por citar algunos ejemplos, el diario "El Día" fue ocupado por la policía en 1933, siguiendo órdenes del Gobernador de Gipuzkoa, y sus instalaciones y textos fueron inspeccionados y censurados; el diario "Euzkadi" tuvo que abonar una multa de 5.000 ptas. el 12 de agosto de 1934 por haber publicado que: "La verdadera maniobra en el pleito son informaciones falsas, noticias tendenciosas, defensas interesadas y demás artimañas puestas en juego para desvirtuar la actitud de los Ayuntamientos y hacer que fracase la elección señalada para mañana". El mismo "Euzkadi" y el diario "La Tarde" también de Bilbao, fueron castigados con sendas multas de 50.000 ptas. de la época. Mientras tanto, "La Gaceta del Norte" y otros diarios monárquicos, editorializaban en contra del proceso estatutario y manipulaban abierta y tendenciosamente las informaciones al objeto de atemorizar a la población con el anuncio de grandes males para su futuro de la mano del Estatuto Vasco. Por último, la jerarquía eclesiástica tomó también posición en contra del Estatuto, refugiándose en argumentos tan débiles como la necesaria unidad de la comunidad religiosa y eclesial o aludiendo directamente al mandato divino.
Han pasado casi 75 años y el mensaje de los partidos mayoritarios del Estado ,de derechas o de izquierdas –tanto monta, monta tanto- sigue siendo el mismo: no a la plurinacionalidad, no a la diversidad, no al pluralismo. Cuando la igualdad democrática, la no-ventaja de un pueblo sobre otro, de una sociedad sobre otra, se fundamente en el respeto a la voluntad de las mayorías, en dar cauce a los derechos democráticos individuales y colectivos .
El Partido Nacionalista Vasco llegó a convertirse en auténtico guía social y político en la lucha democrática por lograr el pacto Estatutario. Y José Antonio Agirre, alcalde de Getxo, fue la persona que encarnó aquel magnífico liderazgo social. Fueron muchos los dirigentes municipales del territorio de Bizkaia que se pusieron a su disposición para llevar adelante la ingente tarea. Y acordaron un manifiesto de bases en seis puntos:
La aceptación de la Republica española.
La apuesta por la creación del Gobierno Vasco en el seno de la República Federal Española.
La necesidad de la Autodeterminación para el logro de los objetivos expuestos.
La probación de una Comisión Gestora.
La aprobación del propio manifiesto.
El envío de un telegrama al presidente provisional D. Niceto Alcalá Zamora como muestra de apoyo.
La redacción del texto estatutario se dejó en manos de Eusko Ikaskuntza- Sociedad de Estudios Vascos. Aun así, la labor de impulsar y sostener social y políticamente el Estatuto fue realizada, sobre todo, por los dirigentes y militantes del Partido Nacionalista Vasco.
Como es conocido, el texto estatutario fue sometido a votación popular y refrendado por amplia mayoría el 5 de noviembre de 1933 en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, quedando Nafarroa fuera del plebiscito a consecuencia de una antidemocrática operación, con nefastas consecuencias para la sociedad navarra.
Entonces, como ahora, a pesar de las dificultades, no estuvimos solos los nacionalistas vascos. Contamos con el apoyo de los nacionalistas catalanes y gallegos que se involucraron con nosotros en la lucha a favor del Estatuto.
Como reconocimiento de esta solidaridad, hemos querido recuperar el Llamamiento de Castelao, en nombre del partido Galleguista, pidiendo el voto a favor del Estatuo a los gallegos residentes en Euskadi.
CHAMAMENTO FEITO POLO PG AOS GALEGOS DE EUZKADI A PROL DO VOTO AFIRMATIVO NO REFERENDUM DO ESTATUTO VASCO A CELEBRAR O 5 DE NOVEMBRO DE 1933
"A PROL DO ESTATUTO VASCO O PARTIDO GALEGUISTA AOS GALEGOS RESIDENTES EN EUSKADI
El Partido Galleguista dirige a los gallegos residentes en Euskadi el siguiente manifiesto instándole a que se sumen al pueblo vasco para aprobar el plebiscito:
IRMANS:
O partido galeguista-vangarda da Galiza ergueita e renacenteen Asamblea extraordinaria tida en Compostela, acordou, antre vitores e aprausos afervoados, dirixirvos un chamamento quente e garimoso pra que no día 5 de novembro, nise Dia Grande pra Euzkadi, votedes como un soio home o Estatuto disa Terra irmán donde vivides e traballades.
Os galegos, espallados baixo todolos ceos, fillos d-unha Patria escravizada que loita n-iste intre historico polo preciado ben da sua libertade, temos a obriga de ser soldados xenerosos e leaes da libertade de todalas Patrias. Alí onde un Pobo loite polo soerguemento da sua persoalidade nazonal, os galegos debemos ser os seus primeiros e máis esforzados paladins. Tal é a pbriga de todo bon galego, en quen os alleos han de ver sempre a personificación das nosas virtudes raciaes.
E ista obriga é ineludibel no caso da nosa irmán Euzkadi.
Patris prócer e patriarcal como a nosa; como a nosa sortida polo esforzo rexo do campo e do mar; c-unha tradición democrática groriosa, enreixada tamén ao longo de moitos séculos, ha de ser, con Catalunya e Galiza, n-ista hora de crisis, espranza d-unha nova Hispania, basada en principios máis xustos e xenerosos de paz e de concordia, posibres soio no acorde maxestoso das nazonalidades naturaes, onde a Lingua, a Raza, a Xeografia e o Traballo son vencellos eternos de Fraternidade.
Eisíxevolo tamén a vella amizade das duas Patrias irmáns, intensificada derradeiramente polas comúns arelas de libertade.
Amizade selada non somentes no perímetro peninsular, senón tamén nos núcreos de emigardos de alén-mar.
¡Amizade que ten de frolecer puxantemente o Día do Plebiscito do Estatuto Vasco, data groriosa de Euzkadi, na que Galiza, dinamente representada por vosoutros quér participar!.
¡IRMANS NA TERRA!
¡Que endexamais os patriotas de Euzkadi teñan que decir de vos que fúchedes desleaes coa hospitalidade, co traballo e co pan que coeles compartides!.
Galiza, a Nai garimosa cuia lembranza levades nos ollos e no esprito, namentras agarda cobizosa a hora da sua propia libertade, pídevos afervoadamente a que axudedes a Euzkadi a conquerir a súa.
¡VOTADE TODOS O ESTATUTO DE EUZKADI!
¡IRMANS NO ESPRITO!
Como si da nosa galiza se tratase, procurade con todo o voso esforzo pra Patria irmán.
¡ TERRA E LIBERTADE!
Galiza, outono do 1933.
El 21 de diciembre de 1933 Jose Antonio Agirre defendió, por primera vez, ante las Cortes Generales el Estatuto Vaso que había sido aprobado semanas antes en Euskadi. Resulta obvio recordar que la mayoría parlamentaria en Cortes Generales no era, precisamente, proclive al Estatuto. En un plazo de dos meses, en febrero de 1934, se conformó una Comisión Parlamentaria para debatir y- en su caso- acordar el contenido estatutario. Pero, una vez mas, La falta de voluntad real, disfrazada de obstáculos insalvables, impidó que las conversaciones llegaran a buen puerto: los enfrentamientos entre las derechas y las izquierdas españolas fueron la sima para las ilusiones –y para la voluntad pacífica y democrática de miles de ciudadanas y ciudadanos vascos.
El diputado de la CEDA, Gil Robles, afirmaba por aquellos días en una conferencia que pronunció en Covadonga que el Estatuto era germen de separatismo. Por lo que : "la aprobación de estatutos de estados autónomos dentro de la República española bien pudiera representar la implícita transformación unitaria de España en una forma enormemente agravada del sistema federal pactista, nunca aplicado hasta ahora a la coexistencia de nacionalidades diversas dentro de un solo estado, sino a los estados diversos dentro de una misma nacionalidad, No menos riesgo habría en que la ejecución de los estatutos quedara confiada a partidos y hombres no susceptibles de inspirar, por sus antecedentes doctrinales y políticos, la necesaria confianza a la opinión nacional".
En febrero de 1936ko, en una situación de extrema gravedad democrática, se retomaron las tareas de la Comisión Parlamentaria para el debate estatutario, comisión que contó con Indalecio Prieto como presidente y Jose Antonio Agirre como secretario. Por fin, el Estatuto refrendado por consulta popular en Euskadi en 1933 resultó aprobado en Cortes Generales el día 1 de octubre de 1936. Con un ejército sublevado en contra de la libertad y la democracia.
El Estatuto Vasco, el Gobierno Vasco, las instituciones democráticas, ... en 1936. Sirvieron para que aquellos meses de frio y plomo fueran mas humanos, mas justos en medio de aquel inmenso ataque a las libertades y a la causa del Pueblo Vasco. Tambien por ello, Franco y sus seguidores nunca pudieron ahogar nuestras aspiraciones nacionalistas ni doblegar nuestra dignidad.
La larga lucha por la igualdad de hombres y mujeres
En aquellos agitados años 30 del Estatuto Vasco y de Euzko Pizkundea (Renacimiento Vasco), se gestaron y consolidaron movimientos sociales e instituciones de enorme calado y significación en la construcción nacional y social de Euskadi. Y las mujeres nacionalistas fueron las protagonistas de una extensa e intensa tarea de construcción nacional en ámbitos tan significativos como la integración social de los sectores marginados, la educación y la formación, la propia liberación de la mujer, la literatura, la cultura o el euskera.
Trabajaron con gran empeño para procurarse un lugar en aquella sociedad, incorporándose al ámbito público, esforzándose por adquirir una capacitación profesional, accediendo al mercado de trabajo asalariado, colaborando en todas las iniciativas sociales, y participando en organizaciones políticas y sindicales, hasta entonces sólo masculinas.
Hemos querido referirnos a ellas en este Aberri Eguna. A aquellas mujeres de Emakume Abertzale Batza que, orgullosas de serlo, desfilaron ante Sabin Etxea en el primer Aberri Eguna de 1932. A ellas debemos, en gran parte, nuestra conciencia democrática y nacional. Por eso es obligado recordarlas y celebrar en su nombre nuestra pionera Ley de Igualdad.
Para comprender la importancia y la implantación social de Emakume Abertzale Batza, baste con apuntar que en 1932 la Federación contaba con organización propia en 116 pueblos de Bizkaia, 66 de Gipuzkoa, 12 de Nafarroa y 11 de Araba, con un total de mas de 20.000 afiliadas.
Emakume Abertzale Batza fue, sobre todo, organización, eficacia y trabajo en red. Crearon organismos tales como "Gexozañak", "Osakolea" y "Aurtzaintokiak", para atender a enfermos, a excluidos sociales o a hijos e hijas de las mujeres más jóvenes para que éstas pudieran participar en la vida social o en las propias actividades públicas de la Federación.
La sublevación militar que tanto dolor y muerte provocó, se vengó con saña en los hombres y mujeres que lucharon por defender la democracia y la libertad de Euskadi. Las mujeres nacionalistas también pagaron el terrible precio de serlo, sufriendo la humillación y el escarnio de falangistas y fascistas.
Pero las vejaciones y el sufrimiento no destruyeron el espíritu de estas mujeres que, aún en los tiempos más difíciles, siguieron trabajando para que el sentimiento y el objetivo de una Euskadi libre, para ciudadanos y ciudadanas libres, siguiera anidando en las generaciones posteriores.
Emakume Abertzale Batza es referencia política y social para todos nosotros. Nos sentimos orgullosos y orgullosas de continuar la tarea de aquellas mujeres inteligentes y valientes que trabajaron y lucharon por la construcción nacional y social de Euskadi y por la liberación y la participación de las mujeres en la vida social, en unos tiempos muy poco proclives a que la voz de las mujeres fuera escuchada.
Las mujeres y los hombres del Partido Nacionalista Vasco del siglo XXI, no entendemos otro modo de soberanía para nuestro pueblo que no contemple el horizonte de la igualdad. Por ello la Ley Vasca de Igualdad es la renovación de nuestro compromiso para continuar la tarea de aquellas pioneras que exigieron -y lograron- que la histórica Asamblea Nacional del Partido Nacionalista Vasco celebrada en Tolosa en 1933 aprobara en sus Estatutos Nacionales (art. 4) la afiliación para las mujeres "con igualdad de derechos que los hombres".
Las mujeres de Emakume Abertzale Batza comenzaron la tarea hacia la igualdad. A nosotras, y a nosotros, nos corresponde recoger el testigo y reinventarlo con visión de futuro. Disponemos del instrumento para ello: la Ley de igualdad. Somos conscientes de que la desigualdad sigue anidando en nuestra sociedad, de que, en no pocas ocasiones, la discriminación implícita guía muchas de nuestras actitudes sociales y de que aún no hemos sido capaces de erradicar ese gran daño moral contra la humanidad que es la violencia contra las mujeres.
La igualdad de todas las personas, la igualdad de hombres y mujeres, es un derecho humano; es, además una necesidad para la democracia, para la construcción de una sociedad mas justa y cohesionada y garantía del respeto a la diversidad y a la diferencia.
Por todo ello, impulsaremos la acción positiva a favor de los derechos de las mujeres, tal como se contempla en nuestra ley de igualdad. Y lo haremos porque los nacionalistas del siglo XXI queremos una Euskadi sin discriminación y en igualdad. Y sólo nuestra determinación, sólo el compromiso de hombres y mujeres, garantizará el avance hacia la igualdad.
Un nuevo Estatuto para Euskadi.
Hemos recorrido un largo camino de 110 años hasta llegar a este Nuevo Estatuto, el que necesitamos para construir la Comunidad de Euskadi en las primeras décadas del siglo XXI, con las puertas abiertas a la colaboración y al acuerdo político con las vascas y vascos de Nafarroa, Lapurdi, Behenabarra y Xuberoa para construir espacios comunes basados en la libre voluntad.
Los principios políticos que definen a EAJ-PNV son los mismos que mantuvo aquella generación de Irujo, Agirre, Landaburu, Leizaola, Rezola, Ajuriagerra y tantos otros. La generación que defendió la libertad frente a la barbarie, que sufrió una guerra injusta y cruel como ninguna, que mantuvo su dignidad en el exilio y en la resistencia, y que en todo aquel proceso mantuvo su compromiso con la nación vasca. La persona, en su dimensión individual y colectiva en el centro de toda política. La voluntad de las personas libres, libremente expresada, que construyen la nación vasca, Euskadi. Es nuestro presente y nuestro futuro. Y lucharemos/ trabajaremos por él. Con serenidad y decisión.
Luchamos hace 25 años por hacer realidad el Estatuto de Gernika. Trabajamos con ahínco por lograr la reinstauración democrática de nuestro autogobierno. "Euskadik behar zaitu" fue nuestro motor y la exigencia de un Estatuto entendido como un pacto con el Estado fue el grito democrático masivo en todas las calles de Euskadi.
La recuperación de las instituciones democráticas, el reconocimiento del euskera como lengua propia de Euskal Herria, un sistema educativo propio, ... fueron algunos –no todos- los elementos que configuraron ese pacto. Así lo entendimos y lo aceptamos la mayoría de la ciudadanía vasca. Sin embargo, su desarrollo a lo largo de 25 años ha venido marcado por la unilateralidad y el incumplimiento de lo pactado por una de las partes: las competencias nunca transferidas, el veto a las relaciones con Nafarroa y la regresión autonómica de los últimos años, han marcado negativamente el balance estatutario.
La propuesta de Nuevo Estatuto, aprobada por mayoría absoluta en el Parlamento Vasco el 30 de diciembre de 2004, conforma su contenidos en torno a tres claves:
La voluntad de la sociedad vasca a decidir democráticamente su futuro político y el marco de relación con el Estado, en ausencia de violencia y en igualdad para todas las opciones.
El compromiso de negociar con vocación de pacto y de acuerdo y desde el reconocimiento de la bilateralidad.
La vocación de avanzar y de profundizar en el autogobierno. Porque mas autogobierno es mas bienestar para todos.
El Nuevo Estatuto es nuestro compromiso de futuro con Euskadi. Un nuevo impulso, un paso estratégico en la construcción nacional y social de la nación vasca. Desde la libre adhesión. Sin violencia y sin imposiciones. Con la fuerza de nuestra razón democrática. Y con el voto de todas las personas que creen en nuestro proyecto de convivencia.
Todos y todas decidiremos el 17 de abril. Decidiremos apostar por este Nuevo Estatuto.
Hemos comenzado esta reflexión citando a Irujo. El propio Don Manuel, hace exactamente 50, afirmaba que el objetivo nacionalista no se centra en una forma predeterminada de estructura política, sino en la persona, y en la indivisibilidad de su dimensión política individual y su expresión de sujeto colectivo democrático. De ahí, decía Irujo, que "los nacionalistas debamos poner mucha atención para no caer en las consecuencias que acarrea el principio de proclamar a la nación, o en su caso al Estado en que aquella se halla constituida, en sociedad política, como base fundamental del derecho. Nuestra base del derecho otorga a la persona humana la primacía jurídica. La nación y el Estado se forman al servicio de la persona".
Los hombres y las mujeres, en pié de igualdad, y el escrupuloso respeto a sus derechos individuales y colectivos, son los objetivos fundamentales de Euzko Alderdi Jeltzalea-Partido Nacionalista Vasco. Porque la suma de los derechos de las personas en lo colectivo, constituyen la nación. Este ha sido el eje que ha guiado 110 años de nacionalismo vasco del PNV en una trayectoria intachable. Coherentes con el lema de los Infanzones del pueblo navarro de Obanos "Pro libertate patriae, gens libera state".
La nación libre exige ciudadanas y ciudadanos libres.
Euzkotarren Aberria Euzkadi da
EBB de EAJ-PNV
Aberri Eguna 27 de marzo de 2005